miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Cuál es la mejor edad para adoptar?

¿Cuál es la mejor edad para adoptar?

El 75% de las familias que buscan asesoría para iniciar un proceso de adopción son mayores de 40 años en la mujer, y generalmente el hombre es mayor que ella. En las familias compuestas por una sola persona, el 85% están en edades superiores a los 40 años.

En las familias formadas por parejas, cuando hay infertilidad, definida por los médicos como un lapso de tiempo aproximado de un año sin resultados, es cuando empieza el largo y desgastante periodo de tratamientos hormonales para llegar a lograr un embarazo.

Generalmente una pareja intentará todas las opciones a su alcance, algunas más allá de su presupuesto, para buscar un embarazo que a veces nunca llega, pero pasarán un buen tiempo, generalmente de dos o tres años, buscando la estimulación necesaria para hacer realidad el sueño del embarazo compartido. Una decisión y un derecho que toda familia tiene y que a veces, no se lleva a cabo o se suspende por cuestiones éticas o económicas, para pensar entonces en la adopción.

Las nuevas generaciones de familias buscan tener hijos después de los treinta años, tiempo en el que desean formalizar la relación y formar un patrimonio –mismo que desaparece después entre los altos costos de los tratamientos médicos para embarazarse–, pero a esas edades habrá que sumarle los tiempos de espera sin saber los “porqués”, los de tratamientos “fantasmas”, sobadas en Catemaco, sesiones con el yerbero de San Ángel, el coito programado que pasa de “pocas ganas” a “ni modo, hay que hacerlo”, de hacerlo con luna llena, las eternas esperas con el nuevo y noveno ginecólogo, la búsqueda de la clínica de fertilización con los “últimos avances de la ciencia”, las técnicas americanas o españolas que “no fallan”, los tiempos de estimulación; los del primer intento; los del tercero, quinto o décimo; también en los varones las bombas de testosterona que hacen que tengamos que circular con lentes de ciego para no caer en tentaciones, o que hay que operar el varicocele para aumentar cantidad o motilidad de los microscópicos espermas. Cielos!! Ya se nos fueron otros seis u ocho años… y el desgaste, moral y económico, en su parte más alta… Llegamos fácilmente a estar entre los 40 y 50´s…, ahora falta saber en dónde adoptar, saber cuánto dura un proceso… “es que yo quiero un bebé, para hacerlo a mi manera, disfrutar de la etapa de pañales y las mamilas….”  es el comentario que escuchamos frecuentemente, dejando a un lado la brecha generacional. No dudamos que una familia en los 50´s pueda con la crianza de un pequeño o nena, pero las instituciones le dan mucha importancia, dentro de la posterior integración familiar, a que la brecha sea mínima y habrá que tomar en cuenta ese criterio como parte de un proceso.

La pregunta tendría entonces que reformularse…

¿Cuál es la mejor edad para ser padres?


Si una familia, en pareja o solas o solos, tiene la oportunidad de planear algo de su vida futura y plasmarlo en un proyecto de vida personal, profesional y de paternidad –que todos deberíamos hacer y tener–, y en los que hemos estimado las edades ideales para ser padres o madres, el número de hijos, escolaridad, etc., debiéramos tenerlas siempre en mente y en base a ello tomar decisiones, poner límites a esos tratamientos que se transforman en aventuras con resultados que no son los que teníamos en mente. Límites, límites…


La mejor edad para ser padres o madres es una decisión personal, racionalizada y planeada, ya sean naturales o por adopción. Tener la energía de los 30´s para acompañarlos en su ciclo de vida será mucho más satisfactorio que empezar en los 40´s cuando ya nos empiezan a doler las rodillas o algunas articulaciones, el climaterio en su máxima expresión, etc., Ser padres es sensacional, ver a los hijos en su crecimiento diario y acompañarlos es una etapa que no podemos dejar de recomendarles que gocen con toda su energía y en toda su magnitud.

Aurora González
info@mejoresfamilias.com.mx
http://www.mejoresfamilias.com.mx

martes, 17 de diciembre de 2013

Segunda Adopción


Por Aurora González Celis


 ¿Por qué a los padres adoptivos les da miedo realizar una segunda adopción?

Existen varias respuestas, las mas comunes tienen que ver con el temor de que el segundo hijo/a  no cumpla con sus expectativas, es decir que no sea tan lindo como el primero y no sea tan aceptado y querido, por el temor de que no pueda existir otro niño o niña que se parezca en algo a los padres, como el primogénito.

Otra causa es volver a llevar a cabo todos trámites correspondientes para la adopción. Existe tanta demanda en las instituciones y albergues que, las familias, que van por una segunda o incluso una tercera adopción, o un segundo hijo, después del biológico, tardan aun más que el primer trámite.

Lo recomendable es, pasando por lo menos seis meses, de haber adoptado al primer hijo, empezar con el segundo trámite.


También es muy común que los padres quieran tener otro hijo o hija, porque el primogénito se los ha pedido, y por complacerlo y no se sienta "muy solito" lo llevan a cabo, cuando el deseo no es auténtico y no parte de los padres como una realidad. Esta situación se puede complicar para todos, trayendo cuestiones como desatención, descuido, broncas de tipo económico, y toda clase de problemáticas que desgastan a la familia.

Otra razón por la que no llevan a cabo otra adopción, es que en ocasiones, se vuelve a intentar de manera biológica la procreación y a veces pega. Hay parejas que dejaron embriones congelados, cuando intentaron la paternidad por reproducción asistida y deciden implantárselos. Si esto vuelve a fallar, por lo menos tienen el consuelo de ya haber sido padres a través de la adopción.

Los casos mas complicados que también ocurren, al no querer otra adopción, es por el desencanto que han tenido, los padres, con la primer adopción. Aquí recomendamos siempre, que no se realice otra, hasta haber trabajado en terapia y se resuelva de la manera mas positiva esta situación tan terrible para hijos y padres.

Este desencanto puede traer consecuencias muy graves y desastrosas a todos los miembros de la familia, si no se resuelve, de ningún modo es conveniente ingresar a otro niño a la casa, en los casos que ha sucedido, los problemas suscitados han rebasado la capacidad de la familia para resolverlo y mas aun cuando el nuevo integrante si ha cumplido las expectativas de los padres.

El nuevo niño es odiado por el hermano, los padres, quienes pensaban que traer otro niño a casa, solucionaría todo, terminan, en ocasiones por separase y los niños sufriendo las consecuencias.

Así es que, si usted está pensando en llevar a cabo una segunda adopción, piénselo bien, platiquen mucho en pareja, para que la decisión sea de ambos y sobre todo que el deseo sea auténtico y planeado.

Para cualquier orientación adicional, dudas, miedos encontrados al respecto, busquemos y en Mejores Familias les ayudaremos resolverlo.



miércoles, 21 de septiembre de 2011

La Presencia de los padres


Ser conscientes del compromiso y la responsabilidad que adquirimos los padres, antes, durante y después de que llegan los hijos a nuestras vidas, son los factores claves para el éxito de una familia.

Desde que deseamos un hijo(a) y comenzamos la planeación de tenerlo, ya sea a través de la concepción biológica o la adopción, los padres tendremos que considerar que nuestra vida a cambiar radicalmente; la responsabilidad que implica criar a una personita, que su vida entera dependerá de lo que hagamos o dejemos de hacer, es un reto maravilloso, pero a la vez lleno de obstáculos que habrá de vencer en el camino.

La presencia no solamente física sino emocional que los padres acuñamos a través del tiempo que pasamos al lado de nuestros hijos, será la base de la estructura donde ellos crecerán seguros y firmes, pero a la vez con la holgura y flexibilidad suficiente para encaminar su propia vida de la mejor forma en un futuro.

Si nos preguntarán que si la presencia en la vida de los hijos cuesta llevarla a cabo al 100%, les podemos responder que si cuesta. Conlleva muchos sacrificios, muchos desvelos, numerosos desalientos, pero también nos traerá enormes satisfacciones y alegrías. Es parte del equilibrio de nuestra propia esencia como seres humanos, si aprendemos a ser los líderes de una familia, a marcar las directrices necesarias, sabremos entonces disfrutarla y el peso se aminorará e irá formando parte de nuestros logros personales.

Cuando la relación familiar se empiece a tornar difícil, insoportable, tediosa y nos está causando frustraciones, es señal de que estamos fallando y que necesitamos orientación y una urgente capacitación familiar. Sin éstas nunca estaremos listos para esta importante responsabilidad de la paternidad.

Y tu, estás listo para asumir el reto?

*Curso para padres comprometidos... Muy pronto

martes, 6 de septiembre de 2011

Adopción Vs. Aborto. Una decisión inteligente?

En medio de una maraña de sentimientos coexisten estas decisiones que cualquiera que se tome, cambia radicalmente la vida de dos o más seres humanos. Estas conllevan, en muchos de los casos a sentimientos desgarradores, pero irónicamente, a otros de aparente indiferencia y desapego.
Dar en adopción a un hijo es una decisión que es juzgada severamente por la sociedad cuando la madre está presente. Se ve más común que una mujer aborte, a que considere la adopción como una alternativa ante un embarazo no planeado o que el bebé sea abandonado a su suerte en cualquier lugar. Si la madre está, la satanizamos. Si aborta o abandona el bebé, como comúnmente pasa, la madre desaparece de nuestra mente y el bebé se vuelve el centro de nuestros pensamientos y sentimientos.
Una mujer embarazada en desamparo tiene tres opciones: Abortar; asumir la maternidad sin preparación y recursos, generalmente sola, o darlo en adopción, lo que por derecho la ley le concede en función de sus derechos y principalmente del bebé, a tener una mejor vida.
Cuáles son las causas por las que una madre entrega a su hijo(s) en adopción?
Definitivamente, las más comunes se relacionan con la falta de planeación, descuido, falta de cultura general y sexual, carencia de recursos económicos, falta de responsabilidad y madurez para enfrentar una situación tan importante.
En otros casos, no tan comunes, existen mujeres e incluso parejas, que deciden dar en adopción a sus bebés porque no se encuentran listos para convertirse en padres, aún cuando, desde un punto de vista externo, creamos que podrían solventar la paternidad. Simplemente nos toca respetar sus planes de vida que en esos momentos no están en condiciones de criar a una criatura como lo merecería.
Estos casos son muy juzgados, sin embargo, creemos que hay una gran valentía, en los corazones de quienes deciden dejar vivir a sus hijos para darles una mejor vida en lugar de no dejarlos vivir, o abandonarlos a su suerte.
Sabemos que no existe una Cultura para la Adopción en este sentido, no hay información abierta y certera que de a conocer los pasos a seguir, se desconoce que hay una legalidad en ello y que es un derecho de los padres para llevarlo a cabo y que la ausencia de información las (los) lleva a la ilegalidad.
Cuál decisión es mejor?
Nos gustaría conocer sus opiniones e ideas en este tema, esperamos sus comentarios.

sábado, 30 de julio de 2011

La Segunda Adopción


¿Por qué a los padres adoptivos les da miedo realizar una segunda adopción?

Existen varias respuestas, entre las más comunes podemos ver las que van de la mano con…

El temor de que el segundo(a) no llene las expectativas familiares que se entretejen en función del primero y que, ante ésta nueva decisión vuelven a aparecer los sentimientos de angustia y confusión que se tuvieron al inicio del proceso.

Proyecto de Vida. Muchos de nosotros no tenemos por escrito un proyecto de vida y éste se reduce a un solo concepto general: Ser Felices; pero hay que definir, o intentarlo cuando menos, cuantos hijos, el sexo de ellos (la adopción tiene esa ventaja, si es que nos aferramos a una idea de tener dos hijos o hijas o bien la parejita; o por que no, recibir a hermanos y hacer crecer la familia en un solo evento), de qué edades. Cuando esto pasa, sólo volvemos a pensar en otra adopción cuando los niños nos empiezan a pedir “un” hermano.

Volver a realizar los trámites. Si en la primera adopción fueron largos y tediosos, son otra causa. Volver a realizarlos, reunir comprobantes y papeles, saber que hay mucha demanda en las instituciones y albergues, pedir cartas de recomendación, saber que hay que esperar y esperar…, tanto o más que en la primera adopción.

Flojera. Es muy cómodo quedarse disfrutando la “luna de miel” que se vive al llegar el primer hijo(a) y cuando nos damos cuenta, ya tiene 4 ó 5 años y el volver a empezar con un bebé nos da flojera.

Deseo complaciente. Es común que los padres quieran tener otro hijo o hija, porque el primero se los ha pedido, y por complacerlo y para que no se sienta "muy solito" la llevan a cabo, pero cuando el deseo no es auténtico y no parte de los padres como una realidad, como un deseo auténtico y planeado, la situación se puede complicar para todos, ocasionando desatención, descuido, broncas de tipo económico, y otra clase de problemáticas que desgastan a la familia.

Intentar el embarazo de nuevo. Algunas familias buscan el embarazo biológico, después de haber adoptado el primero, y de nuevo surgen pensamientos esperanzadores sobre la posibilidad de gestar a un bebé en su vientre. Quizá hay embriones congelados que quedaron después de un proceso de reproducción asistida. Esta es una decisión muy personal.

Desencanto. Los casos mas complicados que también ocurren son por el desencanto que han tenido los padres con la primera adopción. Este desencanto puede traer consecuencias muy graves y desastrosas a todos los miembros de la familia, si no se resuelve. De ningún modo es conveniente ingresar a otro niño a la casa, en los casos que ha sucedido, los problemas suscitados han rebasado la capacidad de la familia para resolverlo y más aún cuando el nuevo integrante no ha cumplido las expectativas de los padres. El nuevo niño es maltratado por el hermano, los padres, quienes pensaban que traer otro niño a casa, solucionaría todo, terminan, en ocasiones por separase y los niños sufren las consecuencias.

Conclusiones  y Recomendaciones:

En función de nuestra experiencia en Mejores Familias, les podemos mencionar...

No esperes(n) demasiado tiempo después de la primera adopción. Seis meses después de la llegada del primero, hay que iniciar los trámites del segundo(a). Si consideramos los tiempos del proceso, la diferencia será de dos años, más o menos, que resulta ideal.

Si van a reintentar un embarazo, pónganse un límite en tiempos y recursos. No permitan que el tiempo les haga una mala jugada.

En casos complicados NO recomendamos que no se realice otra, sino hasta haber trabajado en terapia y se resuelva esta situación tan difícil para los hijos y padres.

Una segunda adopción puede ser maravillosa si la familia se ha preparado para hacerlo tanto como con la primera. Hay que dejar a un lado los miedos y temores que renacen cuando ésta se plantea. Recuerden los maravillosos momentos que el primero(a) les ha dado, platíquenlo con su pareja o con sus redes de apoyo, si son solteras y que el deseo sea auténtico y planeado.

Un abrazo.

miércoles, 1 de junio de 2011

¿ Capacitación Familiar ?

Mucha gente nos pregunta porqué una familia que desea adoptar necesita tomar un curso para familias adoptivas o un curso de padres adoptivos. En la mayoría de las instituciones que dan niños o niñas en adopción ponen como requisito que la familia tome un curso de este tipo y cuando ésto sucede, generalmente la familia llega un poco obligada (y a veces de mal humor) a tomar un curso de estas características.

Pero, para los que no lo saben, en todas las instituciones solicitan que las familias lleven a cabo una serie de estudios psicológicos y socioeconómicos, simplemente para saber si los solicitantes tienen la suficiente estabilidad, de todo tipo, para ofrecerles a los menores por adoptar, las oportunidades que ellos merecen. Es importante transmitir que una familia esté adecuadamente preparada, no sólo para mantener, amar y educar a sus hijos por adoptar, sino para hacer suyos, a quienes no lo son biológicamente, llegar a la aceptación consciente y racional de que la nuestra o la suya, es una familia construida a través de la adopción o por adopción.

La adopción es un proceso jurídico que inicia y termina con la sentencia de un juez. Después de ello, el calificativo o etiqueta de "adoptado" desaparece para convertirse de "hijo adoptado" en simple e integralmente un hijo o hija. El calificativo se transforma, entonces, en una característica que nos hace ser una familia diferente, una familia que ha superado los retos de la infertilidad, estudiosa del desarrollo psicológico, del físico-motriz, conciente de una genética diferente a la nuestra y preparada para potencializar la de nuestros hijos, una familia más fuerte e integral, a veces más preparada, que muchas de las familias regulares que conocemos, gracias a la capacitación familiar.

Los médicos tienen constantemente certificaciones que los hacen ser eficientes en su profesión al tener actualizados sus conocimientos. En nuestro caso, las familias que adoptan se pre-ocupan (separado, de preveer, de anticipar, de proactivo) a través del estudio por la correcta integración de todos los miembros de una familia.

Creo que, como dice el pintor peruano Fernando de Szyszlo, algunas personas tenemos la piel muy delgada, somos más sensibles que los demás, a la belleza, al arte y la música, a encontrar en cada detalle de la convivencia con nuestros hijos, la enorme dosis de amor que Dios, nos regala en la increíble profesión de ser padres preparados.


Un abrazo muy fuerte...


Ciao

miércoles, 4 de mayo de 2011

Mamá por Adopción, Compromiso de Vida


Alguna vez en nuestros cursos de Mejores Familias tuvimos la oportunidad de tener a un pastor que estaba por adoptar a su quinta hija en México, los otros cuatro los habían adoptado en diferentes países en donde había trabajado, principalmente Rusia. Con cuatro hijos ya, tenían una buena experiencia en eso de ser papá y mamá. En una de nuestras preguntas sobre lo que representa el amor y ante una buena exposición de teorías sobre el amor por parte del grupo, el respondió con una sola palabra: Compromiso!!
Esto complementaba el concepto que veníamos manejando entonces de que el amor eran hechos y no solamente palabras. El amor si no se tomaba como un compromiso de vida, era como la inteligencia, si no se usa, si no se aplica, no sirve para nada.
Que no hay que confundir amar por compromiso, sino tomar el compromiso de amar; de ser papá y de ser mamá como un compromiso de vida. Siempre hemos dicho que el ser papá por adopción es una decisión 100% racional porque ello representa la enorme responsabilidad de la crianza, educación y amor que representa la adopción de un bebé o niño. Sin embargo, ser mamá por adopción va siempre más allá de lo racional y se entrega con todo el amor que una madre puede tener por un hijo, independiente si es de su vientre o del corazón.
En eso, el género nos gana. No digo que los padres no amemos a nuestros hijos con una entrega total, pero el amor de una madre por sus hijos es diferente. Eso es lo que nos diferencia y nos complementa como pareja y como familia. Las madres solteras o que se quedan a cargo de sus hijos al separarse de sus parejas, son doblemente admirables, ya que llevan a cabo ambos roles, a veces complementando el rol paterno en figuras masculinas con algún miembro de la familia.
El compromiso de amar es maravilloso cuando no existe el compromiso de hacerlo.
Valga entonces este ejercicio de reflexión como un reconocimiento a todas ellas; a todas las mujeres, a todas las maravillas de mamás por adopción, a mi madre y a ti Auro, que eres la madre de nuestros hijos y a todas ustedes, que me brindan el privilegio de leerme y que con su papel de mamás hacen que esta vida sea más agradable de llevar y disfrutar.
Que este 10 de mayo sea un Día Feliz y que esta felicidad se manifieste y permanezca con ustedes toda la vida.
Francisco Torres


sábado, 16 de abril de 2011

Un embarazo No Deseado...


Aunque en esta época, en la que existe mayor información de métodos anticonceptivos y control de natalidad, encontramos todavía embarazos no deseados, generalmente entre jóvenes de los 17 a los 23.

¿Por qué? ¿Cuáles son las causas principales? A decir verdad no existe una tan contundente como la del descuido e irresponsabilidad, más que por ignorancia, las jóvenes en estas edades viven intensamente su vida, se sienten invencibles y creen que nada puede sucederles. Pero cuando descubren que están embarazadas, a veces tardíamente, entran en pánico y cometen muchos errores.

Las mujeres generalmente lo comentan primero con las amigas antes que recurrir a la madre o al padre por miedo a la reprenda.  Para solucionar su “problema” se van por la salida más “fácil” EL ABORTO, que ha sido el recurso más utilizado en aquellas mujeres que han tenido un embarazo no deseado. Según cifras de la Secretaria de Salud, de abril 2007 a marzo 2011 se han realizado ¡55,715! abortos en el D.F., o sea más de 38 abortos diarios…

Actualmente no existe una adecuada educación sexual que prevenga un embarazo, y una vez surgido, las alternativas de solución parecen reducirse al aborto en la gran mayoría, siendo en segundo lugar la decisión de llevar a término el embarazo, aún cuando éste se convierta en un infierno para la madre que termina siendo una madre soltera, o para una parejita incipiente que en muchas ocasiones terminan en divorcio y que se convierte en una vida con problemas por la falta de planeación familiar.

Nadie quiere vivir el resto de su vida, en medio de un abandono, maltrato o en un ambiente familiar hostil con una familia que no tuvo más remedio que criarlo con carencias económicas, educativas y de amor paternal y maternal.

Si la chica ya no abortó y no está en posibilidades de convertirse en madre en esos momentos, la mejor alternativa puede ser la adopción. En la actualidad existen muchas instituciones y albergues dedicados a apoyar a la mujer embarazada desamparada y a la que decide permanecer en su casa. 

Ahora se ha trabajado para que más familias acompañen y apoyen a que un embarazo se lleve a término y el niño se otorgue en adopción de forma legal y rápida, con la ayuda de profesionales, con apoyo psicológico y jurídico para quien lo requiera.

Existe también la preparación de las familias que se convertirán en familias por adopción, en donde se preparan para recibir a sus hijos, tendiendo la asesoría adecuada para cubrir con todos los requisitos, con su documentación lista para llevar a cabo el trámite ante las autoridades correspondientes.  Todo ello para la tranquilidad de una madre que ha decidido dar a su hijo en adopción. 

Si tú, o alguna amiga, se encuentran ante la disyuntiva de qué hacer ante un embarazo no deseado, no duden en buscarnos para que juntos encontremos la mejor alternativa.

Si te encuentras fuera de la ciudad de México también podemos ayudarte.

Aurora González de Torres

Niños adoptivos a los 8 y 9 años

A unos años de que escribí mi libro, 7 para ser exacta, Realidades y Experiencias de la adopción… padres a pesar de todo*, he podido corroborar, por las experiencias que han estado teniendo algunas familias con niños entre los ocho y nueve años, que justo “La caída del veinte”, como nombré a ese capítulo, describe y se hace presente, en los hijos e hijas de estas edades, viviendo situaciones un poco preocupantes para su familia; nada que, tanto los padres como los hijos, no puedan superar con amor, entendimiento y paciencia…

Recordemos algunas de las características de estas edades para poder ilustrar este artículo que tienen la finalidad de ser guía para aquellos padres que están en estas etapas.

El niño de 8 y 9 años, es apto para comprender conceptos más abstractos y complejos.

En estas edades los niños se encuentran con un nivel intelectual más avanzado y tienen una conciencia creciente de sí mismos como personas. Hablan de sí mismos con mayor libertad, ya los padres pueden percatarse y describirlos como que ya están mostrando su personalidad, pueden distinguirse de los demás.

Quieren entender y se preocupan del mundo de los adultos, imitan gestos y se interesan por temas de la sociedad.  Quieren incluso ser tratados  en ocasiones, más como adultos que niños, sin embargo, viven una lucha interna entre crecer y seguir siendo unos niños. Suelen ser muy críticos consigo mismos y con los demás; son sensibles, dramáticos, si algo los hiere, lloran con facilidad. Sienten curiosidad por todo, les interesa la vida de los demás, están presentes en las conversaciones de los adultos, y a las llamadas telefónicas, llegan a pensar que lo saben todo, sin embargo, en el fondo reconocen que otros saben más que ellos. Tienen admiración por sus padres y hermanos, llegan a demostrar un gran sentido del humor, y les gusta hacer notorio los errores de los demás.

Y como están ansiosos por conocer de lugares, fechas, personajes famosos y situaciones familiares, para aquellos que llegaron a su hogar por adopción, tienden en este tiempo, a preguntar con mayor claridad cómo llegaron a casa, dónde pueden estar sus padres biológicos, especialmente su progenitora, les preocupa el parecido físico con su familia adoptiva y cómo pudo ser su vida en otro hogar, cuestión, que a la mayoría les angustia y deben encontrar en los padres una apoyo emocional y de gran comprensión por ello.

Es un buen momento, para los padres, de ejercer un poco más de autoridad y disciplina, pero con cariño, en estas edades lo necesitan para sentirse seguros.

También como fantasmas aparecen en su mente hermanos o hermanas que quizá tengan en algún lugar del mundo y pueden sentir la necesidad de saber un poco más de su historia, si los padres conocen de ella y ésta no le aportará ningún beneficio, la recomendación es mejor no manejársela. 

Si el tema de la adopción ha sido manejado adecuadamente en casa, esta etapa puede de ser sobrellevada con éxito, dependiendo de la disposición, comunicación y paciencia que los padres estén dispuestos a aportar.

Podría decirse que ésta es una de las etapas más importantes en la vida de un niño, es lo que le va a marcar para el resto de su existencia.

Así es que la recomendación para todos aquellos que van a entrar a esta etapa o ya la están viviendo, a ponerse las pilas, y no angustiarse tanto, mejor disfrutarla, porque esto equivale a esculpir una obra de arte, que a la larga vamos a admirar.

Estoy a sus órdenes para cualquier comentario, duda o asesoría en este tema.

Aurora González de Torres

martes, 12 de abril de 2011

Cuánto tiempo crees razonable estar en tratamientos médicos?

12, 18, 24 meses?... más de 24 meses?  Cuáles son las variables que determinan el tiempo?

Sin duda alguna el deseo de ser madre (padres) es el más importante de todos. Las decepciones que causa la llegada del periodo en la mujer son una causa indescriptible de frustración y tristeza que se manifiesta en la soledad de un sanitario y después en casa, si es que se tiene el acompañamiento solidario de una pareja. Es terrible cuando “el chicle no pega”. Algunos médicos consideran un cierto número de intentos más para que el tratamiento surta efecto y se logre el embarazo, aún y cuando las probabilidades vayan reduciéndose significativamente. Generalmente si nos dicen que aún tenemos un 20 o 25% de probabilidades de éxito, nos decidimos porque si hemos soñado obtener el premio mayor en las loterías, cómo no lo vamos a hacer con nuestros hijos.

Otro de los factores es el recurso económico. Hay muchos precios en los tratamientos médicos y dependen de la institución en la que éste se realiza, si estamos en alguna institución pública o privada, pero en los escenarios más económicos hablamos de $45,000 a $55,000; el promedio va de los $80,000 a los $ 120,000 y si es fuera del país andará alrededor de los $150,000 más la estancia en el país seleccionado. Ahora, multiplíquenlo por el número de intentos y tendrán la suma de sus intentos.

Uno más de los factores es la salud. Que ha veces nos olvidamos de ella en nuestros intentos, pero que en realidad debiera ser el principal factor a considerar,  ya que las bombas hormonales a que nos sometemos son considerables y tarde o temprano repercutirán en ella. Sobrepeso difícil de eliminar, mal humor con nuestras parejas, depresiones constantes que generan baja autoestima, culpabilidad que a veces lleva al rompimiento si hay una pareja o una merma importante en el patrimonio familiar son sólo algunas de las causas.

Vamos pensando de manera positiva, hay un embarazo pero no es uno sino dos o TRES! o SEIS!!! como sucedió en Monterrey hace pocos años y que seguramente le “movieron el tapete” a la familia. La reproducción asistida cubre algunas deficiencias que la naturaleza nos asigna llevar a cuestas por diferentes razones, stress, mala alimentación, malos hábitos, contaminación, etc., pero debemos poner un límite a nuestros intentos. Que niño desearía nacer con problemas de salud o tener una madre enferma. Creo que ninguno.

Pero como las decisiones se respetan, este es tan sólo un punto de vista, pero nos gustaría conocer su opinión sobre que tiempo debiera intentarlo una pareja. Del lado derecho hay una encuesta, ojala pudieran opinar.

En otra ocasión veremos sobre como afecta la infertilidad a los hombres y la Adopción como una manera de vida.
Recuerden que estamos en:

Mejores Familias, AC
(55) 5421-3199 y 5619-7072