Por Aurora González Celis
Existen
varias respuestas, las mas comunes tienen que ver con el temor de que el
segundo hijo/a no cumpla con sus
expectativas, es decir que no sea tan lindo como el primero y no sea tan
aceptado y querido, por el temor de que no pueda existir otro niño o niña que se parezca en algo a los
padres, como el primogénito.
Otra
causa es volver a llevar a cabo todos trámites correspondientes para la
adopción. Existe tanta demanda en las
instituciones y albergues que, las familias, que van por una segunda o incluso
una tercera adopción, o un segundo hijo, después del biológico, tardan aun más que el primer trámite.
Lo
recomendable es, pasando por lo menos seis meses, de haber adoptado al primer
hijo, empezar con el segundo trámite.
También es muy común que los padres quieran tener
otro hijo o hija, porque el primogénito se los ha pedido, y por
complacerlo y no se sienta "muy solito" lo llevan a cabo, cuando el
deseo no es auténtico y no parte de los padres
como una realidad. Esta situación se puede complicar para
todos, trayendo cuestiones como desatención, descuido, broncas de tipo
económico, y toda clase de problemáticas que desgastan a la familia.
Otra razón por la que no llevan a cabo otra adopción, es que en ocasiones, se vuelve a intentar de manera biológica la procreación y a veces pega. Hay parejas
que dejaron embriones congelados, cuando intentaron la paternidad por
reproducción asistida y deciden implantárselos. Si esto vuelve a fallar, por lo menos tienen el
consuelo de ya haber sido padres a través de la adopción.
Los casos
mas complicados que también ocurren, al no querer otra
adopción, es por el desencanto que
han tenido, los padres, con la primer adopción. Aquí recomendamos siempre, que no se realice otra, hasta haber
trabajado en terapia y se resuelva de la manera mas positiva esta situación tan terrible para hijos y padres.
Este
desencanto puede traer consecuencias muy graves y desastrosas a todos los
miembros de la familia, si no se resuelve, de ningún modo es conveniente ingresar a otro niño a la casa, en los casos que ha sucedido, los problemas
suscitados han rebasado la capacidad de la familia para resolverlo y mas aun
cuando el nuevo integrante si ha cumplido las expectativas de los padres.
El nuevo
niño es odiado por el hermano,
los padres, quienes pensaban que traer otro niño a casa, solucionaría todo, terminan, en ocasiones por separase y los niños sufriendo las consecuencias.
Así es que, si usted está pensando en llevar a cabo una
segunda adopción, piénselo bien, platiquen mucho en pareja, para que la decisión sea de ambos y sobre todo que el deseo sea auténtico y planeado.
Para
cualquier orientación adicional, dudas, miedos
encontrados al respecto, busquemos y en Mejores Familias les ayudaremos
resolverlo.