miércoles, 4 de mayo de 2011

Mamá por Adopción, Compromiso de Vida


Alguna vez en nuestros cursos de Mejores Familias tuvimos la oportunidad de tener a un pastor que estaba por adoptar a su quinta hija en México, los otros cuatro los habían adoptado en diferentes países en donde había trabajado, principalmente Rusia. Con cuatro hijos ya, tenían una buena experiencia en eso de ser papá y mamá. En una de nuestras preguntas sobre lo que representa el amor y ante una buena exposición de teorías sobre el amor por parte del grupo, el respondió con una sola palabra: Compromiso!!
Esto complementaba el concepto que veníamos manejando entonces de que el amor eran hechos y no solamente palabras. El amor si no se tomaba como un compromiso de vida, era como la inteligencia, si no se usa, si no se aplica, no sirve para nada.
Que no hay que confundir amar por compromiso, sino tomar el compromiso de amar; de ser papá y de ser mamá como un compromiso de vida. Siempre hemos dicho que el ser papá por adopción es una decisión 100% racional porque ello representa la enorme responsabilidad de la crianza, educación y amor que representa la adopción de un bebé o niño. Sin embargo, ser mamá por adopción va siempre más allá de lo racional y se entrega con todo el amor que una madre puede tener por un hijo, independiente si es de su vientre o del corazón.
En eso, el género nos gana. No digo que los padres no amemos a nuestros hijos con una entrega total, pero el amor de una madre por sus hijos es diferente. Eso es lo que nos diferencia y nos complementa como pareja y como familia. Las madres solteras o que se quedan a cargo de sus hijos al separarse de sus parejas, son doblemente admirables, ya que llevan a cabo ambos roles, a veces complementando el rol paterno en figuras masculinas con algún miembro de la familia.
El compromiso de amar es maravilloso cuando no existe el compromiso de hacerlo.
Valga entonces este ejercicio de reflexión como un reconocimiento a todas ellas; a todas las mujeres, a todas las maravillas de mamás por adopción, a mi madre y a ti Auro, que eres la madre de nuestros hijos y a todas ustedes, que me brindan el privilegio de leerme y que con su papel de mamás hacen que esta vida sea más agradable de llevar y disfrutar.
Que este 10 de mayo sea un Día Feliz y que esta felicidad se manifieste y permanezca con ustedes toda la vida.
Francisco Torres


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